Tras viajar o caer por una neblina más oscura que la oscuridad,
los pjs caen en un tierra yerma sin rastro de vida. Recuerdan no obstante que en su extraño vuelo
vieron un castillo en unas montañas, así que deciden viajar hacia las montañas que ven en el horizonte.
Ninguno de ellos conoce estas tierras, y notan el frío y la altura. Empiezan a subir por un sendero de montaña,
cuando trás una curva empiezan a oir voces que se acercan. Sólo Kokiro las entiende levemente ya
que es el único que comprende el tibetano. Unos metros más allá descubren que las dos voces que
oían tienen un único propietario, un enorme ser de aspecto humano y 2'5 metros de altura, peludo
pero excelentemente vestido, como un noble. Trás dialogar brevemente con Kokiro, se dispone a
atacarles con un arte marcial que ellos desconocen. Aunque ataca a Kazuya Hwon, Amano acaba con él con
una serie de ataques múltiples del estilo de la avispa que destruyen uno de sus pulmones.Trás este peligroso encuentro encuentran a dos pastores de yaks (extrañas bestias más grandes y peludas que un búfalo de agua) que les indican que allí cerca está el templo de Pan Divino.